Cuando me ofrecí para seguir colaborando en la revista que me hizo la entrevista anterior, aceptaron rápidamente. El siguiente número trataba sobre música, así que estaba entusiasmado de poder hacer algo personal sobre el tema.El grupo que me tocó no me volvió loco: es un estilo de música que no me atrae demasiado. Como me dijo mi contacto con la revista "va a ser un reto para ti".
Durante varias semanas no sabía muy bien qué hacer ni cómo adecuar mi estilo de ilustración a esta temática y tipo de música. Tenía claro que quería hacer algo personal y propio, con mis inquietudes particulares y sin prescindir de mi línea: nada de mujeres solitarias en bosques otoñales, nada de paisajes con mil detalles y sobre todo, nada de tipografías cavernosas, filosas e ilegibles.
A base de bocetos, llegué a una figura de un señor tocando metal cuyo cuerpo estaba separado por partes, lo cual daba una sugerente sensación de movimiento. Subiría el boceto, pero como idea descartada, ni siquiera sé sónde lo dejé.
Al final, partiendo de esa idea, empecé a aclararme sobre el tipo de personajes que quería hacer: toscos, de línea con mucho movimiento, con fondos sucios, etc. Sugerir, más que mostrar. Que todo surgiera dentro de un caos controlado.Al final las imágenes no debían "ilustrar" la música ni su mensaje, que es bastante menos grotesco y me da la impresión de que tiende más a la introspección contemplativa (metalera), sino recrear el ambiente que yo mismo generaba al oírla. Reconozco que después de poner en bucle los 3 temas que me dieron, me olvidé un poco de la música y me centré en profundizar en las imágenes que se me ocurrían.
Al final el resultado es lo que veis: 4 ilustraciones que han salido en el n. 3.
Podéis ver el grupo en:
http://www.revistargb.mx/nekroma/
Eso es todo, amigos!
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